Los nuevos dispositivos móviles –teléfonos, tabletas, etc.- están sustituyendo a los ordenadores de sobremesa o PC casi sin que los usuarios se den cuenta. Su ligereza, la facilidad de transporte y las prestaciones que ofrecen estas nuevas herramientas favorecen a que se empleen en prácticamente el 90% de las tareas que se realizan de forma cotidiana y sin que sea necesaria una gran pantalla o un teclado tradicional.
De hecho, y según datos proporcionados por la consultora Gartner -especialista en realizar investigaciones en el sector tecnológico-, hasta el 2017 se prevé un descenso del 7,3% en las ventas de portátiles tradicionales y ordenadores de sobremesa.
Sin embargo, sigue habiendo un porcentaje de tareas, especialmente en determinadas profesiones –editar imágenes, escribir o editar textos a partir de un número de caracteres determinados, etc.- para las que sí es necesario que el usuario cuente con un ordenador que vaya más allá de una tableta.
Eso sí, los PC deben adaptarse a las nuevas necesidades y ofrecer nuevas ventajas –una mayor potencia de procesado, una gran conectividad con todo tipo de complementos periféricos y la comodidad que ofrece el tener que usarlo sentado-.
Así, se deberá apostar por mejorar las condiciones de ligereza y portabilidad –aunque tengan que seguir existiendo pantallas de gran tamaño para determinadas labores profesionales-, las propiedades de la pantalla para que pueda llegar a ser táctil y actuar como una tableta, y una mayor ambivalencia.
Y entre los modelos que actualmente presentan este tipo de características y pueden ser los que acaben manteniéndose en un sector tan competitivo destacan, por ejemplo:
- iMac: Especialmente valorado por algunos ámbitos profesionales gracias a su procesador y la integración de la CPU en la pantalla, además del sistema operativo de Apple.
- Mountain Smart Dot: No posee la potencia de los Smart más voluminosos pero precisamente esta es una de sus mayores ventajas: su tamaño reducido y la posibilidad de conectarse a una pantalla de alta definición.
- Lenovo ThinkCentre Edge 62z: Sigue la línea “todo en uno” de iMac pero con dimensiones más reducidas y, consecuentemente, un precio también más acorde a sus características.
- MSI WindBox DC110: Se trata realmente de una CPU sin teclado ni pantalla que no llega a un kilo de peso ni a los 400 euros, cuyo único punto débil es una capacidad de procesado de tan sólo 1,1 gigahercios.
Foto: PC Cyber-galáctico